La Garlopa Diaria

23 octubre 2008

Amor al vino


El grupo Celtas Cortos es una pedazo de banda de música que ha regresado ahora con un disco titulado «40 de abril», haciendo un guiño a uno de los temas bandera de su anterior etapa («20 de abril del 90»). Una de las nuevas canciones que han compuesto Jesús Cifuentes y compañía es «Amor al vino», una declaración de amor hermosa, sugerente, carnosa, no sólo hacia el vino, sino hacia las sensaciones que produce un buen vino. Según publicó ayer ABC, Celtas Cortos ha donado los derechos de «Amor al vino» a la Fundación Emilio Moro, dedicada a la promoción de proyectos humanitarios en los países subdesarrollados. En realidad es una colaboración con Cepa 21, el proyecto que crearon los hijos de Emilio Moro, el célebre bodeguero de la Ribera del Duero que murió a finales de mayo pasado. Cepa 21 es un salto adelante en los vinos de Ribera en una finca donde participan, por cierto, gentes como Imanol Arias o Sergio Sauca, periodista de TVE.

Cuando hablan de vino, creo que Celtas Cortos saben un rato largo. En Valladolid todos saben de vino, aunque sea por mimetismo. Emilio Moro se ha convertido en uno de mis vinos preferidos y entiendo que es una de las etiquetas más presentables de Ribera del Duero. Un tinto rotundo hecho por gente de la tierra: cuando tenía 14 años, el fundador de estas bodegas ya vendía 100 cántaras de vino con su padre por la comarca. No soy un experto, pero me da en la nariz que el conocimiento de la tierra es una condición indispensable para acabar haciendo un buen caldo. Las bodegas Emilio Moro son un referente desde hace varios lustros. El vino que produce quizá no llega a la calidad suprema de los de Alejandro Fernández (Pesquera, Dehesa La Granja, Condado de Haza), pero anda muy cercano. Emilio Moro inauguró sus bodegas en 1989 con un joven con seis meses de barrica. Luego se lanzaron al crianza y al reserva. Hoy acumula todas estas marcas: Emilio Moro, Emilio Moro Mag., Emilio Moro Magnum V. Selección, Emilio Moro Vendimia Selección, Finca Resalso y Malleolus. Para bolsillos rotos como el mío, apunto: el Resalso es un vino excelente, potente, de color picota madura según los entendidos, a un precio muy asequible. Y cuando digo asequible me refiero a que roza los 10 euros la botella de un joven. El crianza de 2004, claro, se sube. Pero ya no hace falta arruinarse para comprar un buen Ribera.

Y escuchen la canción de Celtas Cortos «Amor al vino». La letra es buena. La música, como escribió Pedro Salinas, es el silencio de la boca amada.