Guadalajara

3 marzo 2006

Molina de Aragón impulsa la recuperación integral de su castillo

Las piedras del futuro en Molina

Molina de Aragón, situado en un enclave estratégico en la meseta, es hoy un territorio despoblado y en decadencia. El turismo se presume la última tabla de salvación para una comarca que ha perdido gran parte de su principal activo: las personas. El Ayuntamiento de Molina promueve un proyecto integral de recuperación del castillo para dotarlo de usos polivalentes y potenciarlo como destino turístico. Este periódico ha reunido al alcalde de Molina, Pedro Herranz, y a los técnicos encargados del proyecto. Después de las inversiones ejecutadas por el Estado, después de tantas ilusiones fallidas en la idea de habilitar un Parador, el castillo parece ver la luz al final del túnel y aspira a convertirse en el motor del futuro molinés.
Guadalajara Dos Mil
Raúl Conde

El castillo de Molina es uno de los edificios históricos más importantes de la provincia. Es propiedad del ministerio de Cultura, que ha invertido millones de euros para conservarlo parcialmente. El recinto abarca más de 10.000 metros cuadrados. El Ayuntamiento de Molina ha encargado a unos técnicos de la Universidad de Alcalá el proyecto de integral de recuperación de esta joya del patrimonio local. Los resultados son públicos. Ahora sólo queda coordinar las acciones y encontrar financiación. “Guadalajara Dos Mil” aporta planos, dibujos y fotografías del proyecto integral de restauración del castillo de Molina de Aragón, elaborado por una restauradora, una arquitecta y una aparejadora natural de la zona.

El castillo de Molina es una impresionante fortaleza levantada por los árabes en la época de los reinos de taifas. La reconquista del lugar se debe a Alfonso I el Batallador de Aragón, en 1129. Desde entonces, hasta el siglo XIX, el territorio fue centro de litigio y guerras para acabar perteneciendo a la corona de Castilla, primero, y ahora, en los albores del siglo XXI, a la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, a pesar de que su apellido rezuma aires de jota. El castillo es hoy uno de los monumentos de mayor valor histórico de la provincia. Por eso y porque se encuentra inutilizado, el Ayuntamiento de Molina promueve un proyecto de recuperación integral de este edificio. Para acondicionarlo, excavarlo, estudiarlo, utilizarlo y explotarlo turísticamente, “siempre respetando las características del entorno”, según Pedro Herranz, alcalde molinés.
El propietario del castillo es el Estado. A través del Ministerio de Cultura, ha destinado inversiones en dos fases de 600.000 euros en cada una, en los últimos años. Carlos Clemente, arquitecto de la Universidad de Alcalá y director del Master de Restauración y Rehabilitación del Patrimonio, habla del castillo como “un enfermo fortalecido, un tío de 900 años y una salud de roble…”.

El proyecto elaborado es un estudio integral “muy cercano a la metodología que se sigue en los conjuntos monumentales de estas características”, según Clemente. Han participado en su redacción tres profesionales: una restauradora, una arquitecta y una arquitecta aparejadora, que es Almudena Miño, natural de la zona de Molina. A ellos hay que sumar ocho o nueve profesores ligados a la Universidad de Alcalá de Henares especializados en restauración de patrimonio, de estructuras, piedras, madera, además de los equipos municipales, con el alcalde al frente, y el arqueólogo de Molina. En total, unas quince personas colaboran junto a las autoras, que han invertido quince meses en finiquitar su trabajo. Clemente propone: “el proyecto está planteado pero estaríamos encantados con ampliar el número de profesionales porque Molina es un sitio importante para el campo de estos profesionales”.

Conjunto fortificado

Molina cobija un castillo que, según explica Carlos Clemente, “es un conjunto fortificado, por lo que está cercano a la metodología necesaria de un elemento de defensa tipo castillo, incluido en el Plan Nacional de Castillos y Fortalezas. Reúne todas las condiciones de un edificio defensivo utilizado continuadamente durante ochocientos años, desde el 1120 hasta el 1860”, cuando se producen las últimas guerras conocidas y documentadas en el castillo. El castillo fue, sobre todo, una máquina defensiva. El segundo punto que destaca Clemente del recinto es el yacimiento arqueológico “de primerísima importancia” que custodia. El castillo tiene relevancia militar en esos años de guerra, de construcción y destrucción por las guerras, con lo cual quedaban los restos de la etapa anterior. El castillo rodeaba a todo el pueblo, incluido el Cinto, es decir, la Judería, una parte que se ha descubierto recientemente y que hoy día no está habitada.
El proyecto, en palabras del director del Master, “trata de determinar cuales son las acciones legales que nos exigen las legislaciones de Castilla-La Mancha, el Estado español y Europa y todos los requerimientos necesarios para poner en práctica un uso. Con eso, se ha analizado elemento a elemento, torre a torre, muro a muro, el fuerte de las armas, los caminos que van a la Torre de Aragón, y se proyecta un uso integral en el tiempo que normalmente, de acuerdo al Plan Nacional de Castillos, se programa a corto y medio plazo, es decir, ocho años”. A corto plazo, pues, se contemplan medidas de emergencia. Estas se concretan, sobre todo, en la torre de Aragón, que se pretende acondicionar de forma rápida para potenciar las visitas turísticas, a imagen y semejanza, matiza Clemente, “de otros conjuntos similares como el castillo de Jaén”. La primera fase supone una inversión de dos millones de euros.

Coordinar el proyecto

Para el alcalde de Molina, Pedro Herranz, la rehabilitación del castillo supondrá “pasar de los ‘testigos mudos’ a convertir el castillo en un motor de la economía y del sector turístico. Hemos pensado en vías de financiación desde la iniciativa privada hasta la institucional, y dentro de ésta los diversos sectores, consejería de Cultura, Diputación Provincial y todo lo que podamos acercarnos a las propuestas de financiación del Plan Nacional de Castillos”. Para mejorar el proyecto y “soldar el castillo a la ciudad”, el alcalde ha trasladado esta semana al ministerio de Fomento su petición de desviar la carretera Nacional 220. “Negociar con el ministro no es hacerlo con un ogro”, apunta optimista.
Los científicos encargados de elaborar el proyecto que ahora se presenta se encontró, tal como confirma Clemente, con que el Estado lleva invirtiendo e investigando en el castillo desde hace trece años, hay equipos armados de arquitectos designados por el ministerio, así que el ayuntamiento lo que ha aportado es saber asumir las obras que está haciendo Cultura y servir de canalizador para aunar todas las opiniones”. Así que el principal obstáculo estriba precisamente en eso, en poder coordinar todo las ideas bajo el denominador común de un único proyecto.

Gestión futura

El Ayuntamiento presentó el proyecto al pueblo en un acto público el pasado 20 de diciembre. Acudieron más de 300 personas y los representantes de la Tierra de Molina. “Esto está hecho para el pueblo”, asegura Clemente. Según el alcalde Herranz, la prioridad, como futuro uso, “es todo aquello que contribuya a la dinamización turística. Un caso atípico que se nos ha propuesto y ya hemos dicho que no era montar dentro del castillo un camping ‘caravanning’. Naturalmente que hay sitio dentro del castillo para esto, pero el espacio no es el más adecuado”. El umbral del coste “con el que nos empezaríamos a sentir satisfechos” asciende a 12 millones de euros.

El proyecto integral de rehabilitación incluye la gestión futura. Sus redactores se han fijado en monumentos de estas características, es decir, cómo se utiliza la Alambra, las catedrales de Mallorca, Burgos y Toledo y qué pautas pueden dar estas experiencias. “Nuestros alumnos se entrevistan con el director de los Reales Alcázares de Sevilla, y nos cuenta qué hacer para la concesión de una librería, una cafetería, etc. Nuestros alumnos tratamos de formarles como técnicos bien preparados pero sobre todo que tengan en cuenta cuales son las funciones mas innovadoras de edificios antiguos que han perdido su función antigua, en este caso, de castillo”, explica Clemente.

Uso polivalente

Teniendo en cuenta la renta comercial de paradores, que exige un mínimo de ochenta habitaciones, y la importancia del yacimiento arqueológico, los técnicos desechan la posibilidad de hacer un parador de turismo. “Porque el castillo no es una carpa”, puntualizan. Así, pues, está prevista la actuación en los 10.000 metros cuadrados que ocupa la fortaleza, incluida la Torre de Aragón, el alcázar, las murallas y el recinto principal, el fuerte de armas, que tiene 2.300 metros cuadrados y para el que se destinarán usos polivalentes: museo, centro de interpretación del castillo y la historia del lugar y un centro de turismo rural con apenas una docena de habitaciones, lo que quizá va más en consonancia con el edificio, a tenor de los planes de sus restauradores.

El plan es el siguiente: actuar de emergencia en la Torre de Aragón, acondicionar el castillo de forma rápida, y en ocho años completar la rehabilitación integral. El propietario seguiría siendo el Estado, pero aportarían fondos la Junta de Castilla-La Mancha, que ostenta la defensa jurídica sobre el patrimonio regional, la Diputación de Guadalajara, el propio Ayuntamiento y entidades financieras, como Ibercaja. El castillo se convertirá “en un espacio polivalente –relatan los arquitectos- para que mediante concesionarios, los operadores turísticos sean los que utilicen el castillo y den el servicio, dándole un ingreso suficiente al Ayuntamiento mediante un concurso. Ese es el sistema más innovador. Hay compañías de altísimo nivel en este país que concursarían en este monumento para organizar la visita, montar una cafetería o un restaurante, según el volumen de los espacios que se vayan a dotar”.

Jardín arqueológico

María José Hermoso, restauradora, es una de las tres autoras del proyecto encargado por el Ayuntamiento molinés. Afirma que se ha encontrado con muchas dificultades, por ejemplo, el levantamiento: “no hay nada tremendamente difícil, sino todo en su conjunto. Saber entender el edificio es lo más complejo. Cada día que lo visitas encuentras una dificultad. Desde el punto de vista de la restauración, queda mucho trabajo. Como cosa interesante se han encontrado restos de pinturas murales”.
La parte central de la fortaleza, algo más de 7.000 metros cuadrados, la antigua judería medieval, se convertirá según los planos en un inmenso jardín arqueológico: “aquí hay que excavar una zona muy importante. También toda la muralla formaba parte del plan defensivo. Molina es un poco como Ávila, y es que toda la ciudad estuvo amurallada. Se conservan sus puertas y grandes tramos de la muralla. Todo esto tiene que estar integrado para que la gente entienda cómo era la defensa de una ciudad desde sus orígenes y la conformación de la propia ciudad de Molina”. Todo está orientado al “por qué y el para qué de los monumentos históricos”. Por qué se hizo esto, quién lo hizo y para qué. El castillo de Molina volverá a recuperar el esplendor de antaño, aunque no para defenderse de las agresiones externas, sino para intentar salvar su propio pellejo.

DETALLE

Carta a Isabel II para evitar la demolición

Mucho se ha hablado sobre la eterna idea de convertir el castillo molinés en un Parador Nacional de Turismo. El alcalde, Pedro Herranz, cuenta que antes del último, hubo dos intentos anteriores para impulsar esta idea, finalmente fallida por la relevancia de los restos arqueológicos que esconde la fortaleza: “En las dos anteriores se propugnaba fundamentalmente convertir el espacio interior del castillo y parte del espacio adyacente, en parador de turismo. En este caso el proyecto es integral aunque no descarta nada, pero tiene una visión más amplia”. El castillo es la insignia de la capital del Señorío de Molina y de su Comunidad de Villa y Tierra. Prueba de ello es la carta dirigida por el Ayuntamiento a la tatarabuela del actual rey, la reina Isabel II, el 18 de agosto de 1860. El pueblo no pedía su restauración, sino que trataba de impedir que se demoliese. El proyecto elaborado recoge una copia de la misiva.

Torre de Aragón, actuación de emergencia

Las excavaciones en el interior de la fortaleza son uno de los puntos fuertes del proyecto. La potencia del castillo de Molina y su importancia arqueológica e histórica es tan imponente “que se define a sí mismo, no hace falta adaptar un uso. Por sí mismo es tan bello que ahora la gente ya sube escarpando la montaña”, recuerda Carlos Clemente. Así que no es difícil imaginar los resultados en cuanto se mejoren los accesos “y haya ahí un señor que se juega las pesetas porque ha hecho una inversión importante, que tiene que abrirlo todos los días y llenarlo de turistas”. Al margen del yacimiento arqueológico, una cuestión que ha sido muy bien recibida por el alcalde, principal promotor del proyecto de rehabilitación del castillo, es la apuesta de uso inmediato de uno de los espacios, dentro de las acciones de emergencia a corto plazo. Y el espacio en que más se ha invertido en los últimos años, el más preparado, es la Torre de Aragón. Se pretende dotarla de un uso que fomente las visitas “del más alto nivel innovador desde el punto de vista didáctico y científico”, según Clemente. El castillo de Molina estará dirigido a la enseñanza del patrimonio. La Torre de Aragón consta de dos plantas de cuarenta metros. El proyecto para este lugar “no es muy costoso pero sí es costoso darle seguridad y que sea una visita de media hora o tres cuartos de hora. Que a la gente le compense subir hasta la torre. Una visita mediante paneles informativos, medios informáticos”. En un principio, la actuación en la torre está comprometida económicamente por Ibercaja. Todo esto, claro, gracias a que ya está restaurada por el Ministerio de Cultura que, en los últimos trece años, ha invertido unos 600.000 euros, en dos fases, para la torre y excavaciones. Ahora va a invertir otros 600.000 euros en la segunda fase, que es excavar en el patio de armas. Esto hará posible habilitar aulas que tendrán un uso polivalente. Clemente asegura que “ahora mismo la torre está segura, simplemente hay que dotarla de seguridad y de utilidad”.