OPINIÓN

MOLINA

Falta todavía ver si en el debate de enmiendas de los Presupuestos de 2011, sobre todo en el Senado, el PSOE corrige la falta de inversión para la autovía y el Parador de Molina, que cuestiona muy seriamente su discurso en una tierra ya demasiadas veces olvidada.
Henares al día , Octubre 2010
Raúl Conde

Los Presupuestos Generales de 2011, que es donde de verdad se juega la política, reflejan una inversión global de 80 millones de euros para la provincia de Guadalajara. Hay algunos proyectos que se mantienen: se destinarán 80.000 euros a la restauración de la catedral de Sigüenza, 500.000 al arreglo del Palacio de Cogolludo, 3,7 millones para el Archivo Histórico Provincial, además de otras cantidades en carreteras, bastante insuficientes. Lleva razón el PP cuando sostiene que la inversión del Gobierno en Guadalajara ha caído un 30% desde 2008, pero no lleva ninguna razón cuando dice que «un guadalajareño vale tres veces menos que un conquense». Entre otras cosas, porque la cantidad destinada a las obras del AVE en la provincia vecina (igual que cuando se trajo a Guadalajara) hace subir como la espuma el ratio medio de inversión.

Sin embargo, algunas partidas han salido peor paradas y se han caído estrepitosamente de los Presupuestos. Entre éstas últimos sobresalen dos que tanto el Gobierno como el Partido Socialista habían presentado entre sus propuestas principales para el Señorío de Molina, uno de los territorios más necesitados de infraestructuras del centro de España. Para la autovía, promesa que el presidente Zapatero se sacó de la manga en el mitin de Guadalajara capital en la campaña de 2008, el Ejecutivo prevé invertir 93.000 euros, o sea, una miseria. Y para el Parador de Turismo, directamente, nada. El proyecto de ley de Presupuestos no recoge ni un euro para un Parador en el que tanto el Gobierno central como el de Castilla-La Mancha han comprometido su palabra. Falta todavía ver si en el debate de enmiendas, sobre todo en el Senado, el PSOE corrige esta deficiencia que cuestiona muy seriamente su discurso en una tierra ya demasiadas veces olvidada. También será una buena oportunidad para comprobar la capacidad de influencia de Barreda y su grado de interés en el Señorío molinés. Y para observar si los parlamentarios del PSOE y del PP por Guadalajara (diputados y senadores) demuestran que son capaces de hacer algo más que tirarse los trastos a la cabeza. A ver si entre todos convencen a sus jefes para colar una enmienda y rectificar un error que pone en jaque el futuro de la Tierra de Molina.

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