Periodismo

5 septiembre 2008

JUAN CRUZ

Saber, opinar

Dos comentarios antológicos en el blog de Juan Cruz en elpais.com sobre el periodismo y el abuso de la opinión frente a la información.
El País, 04.09.08
Juan Cruz

04 septiembre, 2008 – 08:09

Saber, opinar

Uno de los principales problemas del periodismo, de siempre y de ahora, es la confusión entre información y opinión. Dicho en términos más directos, pero más generales, entre lo que se sabe y lo que se dice. La importancia que ha adquirido la tertulia en la radio y en la televisión, así como el columnismo en prensa, ha abierto espacios de opinión que han sido cubiertos por periodistas. Obviamente, los periodistas no podemos saber de todo, porque además el nuestro es el oficio de aprender para decir, y todos los días tenemos que aprender algo nuevo para decirlo de la mejor manera posible, con las técnicas que nos dan la experiencia y el oficio. Saber de veras saben los especialistas; de economía saben los economistas, de literatura saben los que estudian literatura, los ingenieros aeronáuticos saben de la seguridad aérea, y así sucesivamente. Nosotros sabemos contar lo que otros saben y nos dicen, y nosotros mismos tenemos la obligación y la responsabilidad de tratar de saber más para contarlo mejor. Pero esos espacios de opinión se han abierto y los hemos llenado, y ahora ves en muchos espacios, en la prensa, en la radio y en la televisión, en los que muchos de nosotros estamos opinando también de lo que no sabemos. A veces he dicho, en las propias tertulias, que los periodistas debemos ser cautos a la hora de expresar opiniones sobre todo lo que se mueve, porque a veces no sabemos de veras cómo se mueven las cosas. Y yo creo que por ahí, por ese desparrame opinativo, el periodismo ha dejado que se abra una vía de agua en la que se ahogan algunas vocaciones jóvenes, que creen que ser periodista es opinar en los debates de la tele o de la radio, o que acuden a los periódicos con un artículo de opinión creyendo que se están bautizando en el oficio. El periodismo es otra cosa, no es un disparo constante sino una indagación permanente. En este blog muchas veces se opina mucho, y a veces los que opinan una cosa reprochan a los que opinan lo contrario, y cualquier opinión bien dicha, bien sabida, por decirlo así, vale tanto como la contraria. La diferencia siempre es saber, si se sabe se tiene más autoridad, y en la discusión esas posiciones terminan ganando. Pero no se enfaden ustedes cuando les contradigan. Nadie tiene razón antes de haberla ganado.

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03 septiembre, 2008 – 11:09

El periodismo

Iñaki Gabilondo es uno de los grandes periodistas que hemos conocido en estas décadas, desde la transición a nuestros días. Riguroso, crítico, receptivo, ha sido en la radio un faro en el que se han mirado la gente, los políticos y los otros periodistas. En la televisión ha afirmado su estilo, que es inconfundible, una firma que avala todo aquello que toca. Se puede equivocar, pero es honesto, y rectifica, y cuando acierta no es arrogante. No va con la verdad por delante ni humilla a los que le contradicen. Este país, y el periodismo, le deben muchísimo, y de vez en cuando se lo pagan, aquí y por ahí. Ahora acaba de entregarle Gabriel García Márquez el premio de la fundación Nuevo Periodismo, que preside el Nobel. Ahí, en Monterrey, que es la ciudad mexicana donde se ha entregado el premio, los dos han hablado del periodismo, el de siempre; García Márquez ha dicho que por las mañanas se depierta rabioso como un perro por el periodismo que hacemos, y Gabilondo ha defendido el buen periodismo como factor de desarrollo social, cultural, económico y político. Este es, lo dice el Nobel colombiano, el oficio más bello de la tierra, y muchas veces arrojamos sobre él basura a pilas. Un periodismo contrastado, sereno, en el que los periodistas no tengan que arrojar vergüenza a su oficio, requiere, decía García Márquez, dedicación y tiempo. Y buena voluntad. Kapucinsky decía que este no es un oficio para cínicos. Es cierto: el cinismo es lo contrario de la buena voluntad; el cinismo, la ignorancia del sufrimiento ajeno, la falta de solidaridad con lo que padecen los que son objeto, o sujeto, de nuestra información. Bienvenido el premio a Gabilondo, en este día en que, de nuevo, en Canarias, se produce la triste y reiterada noticia del muerte en el mar. La muerte que no cesa, el drama que nace en la miseria de África, un territorio sobre el que se arroja todo el cinismo que cabe en la mano de la mezquindad.

Abrazos a Paco Gómez, en este día de dolor para él y su familia.