La Garlopa Diaria

26 febrero 2008

Guadalajara en el debate


Un apunte de urgencia acerca del debate. Ignoro si la prensa local lo señalará en las ediciones de ya hoy martes, pero la palabra Guadalajara ha salido dos veces en el debate entre Zapatero y Rajoy. Lo ha hecho en boca del candidato del Partido Popular para recordar el incendio del Ducado. No ha mencionado a las víctimas mortales, pero Rajoy ha acusado a Zapatero de no atender a los familiares ni tener sensibilidad con este tema.

Sólo dos cosas, a vuelapluma:

1º. Es hasta cierto punto comprensible que Rajoy explote un asunto tan grave como el incendio con fines electorales. Lo que no tiene mucho sentido es que esgrima, frente al hecho de que Zapatero fuese de incógnito al monte quemado, su supuesta cercanía con las víctimas del incendio de Guadalajara. Zapatero no estuvo a la altura. Pero Rajoy tampoco puede sacar pecho en este tema porque no ha sido, precisamente, el altavoz de las víctimas del incendio en Madrid. Es una cuestión a la que se ha acercado de refilón, aunque estuviera presente en el funeral de los once fallecidos. En todo caso, el recuerdo del incendio dará munición a Echániz contra Alique en los próximos días.

2º. La mención a Guadalajara y el incendio originado en Riba de Saelices se encuadra dentro de la parte más floja, a mi modesto modo de ver, del debate, que fue cuando ambos candidatos trataron el cambio climático. No fue un debate serio ni riguroso en este asunto. Rajoy evocó el incendio para argumentar, con bastante poca fortuna, la falta de compromiso de España con el cambio del clima. Zapatero, lamentablemente, no contestó. Optó por recordar el Prestige. Quizá dejó abierta la sospecha sobre la gestión de su Gobierno durante la extinción del incendio. Creo que fue un error de bulto, aunque a lo mejor a la gente le importa poco lo que pasa en Guadalajara.

Sobre el resto del debate, en síntesis: pienso que ganó Zapatero, pero por poco margen. El candidato socialista puede que ganara algún voto y Rajoy imposible porque dirigó su discurso a la bilis de los suyos. Rajoy argumentó bien algunas cuestiones, pero se pasó de frenada en las acusaciones (intolerable que diga de forma textual que Zapatero «ha agredido a las víctimas del terrorismo») y se mostró bastante hosco en sus formas no verbales. Zapatero, en mi opinión, estuvo más tenso que en otras ocasiones, pero contrarrestó con bastante éxito las ofensivas de su adversario. A Zapatero le faltó ser más expeditivo en cuestiones sociales y a Rajoy menos en política antiterrorista. Muchas referencias al pasado, por parte de uno y de otro. A veces, más que un contraste dialéctico, pareció un monólogo de dos (sobre todo cuando Rajoy hablaba de inmigración y Zapatero contestaba con las becas). Faltaron réplicas y sobraron reproches mutuos. Zapatero sigue dando mejor a la cámara y Rajoy tiene un problema con los ojos y una retahíla de gestos con la cara que no le hacen ningún favor. Faltó profundidad en algunos contenidos. También algo de aplomo por parte de los dos candidatos. Quizá hubo demasiadas zancadillas. En todo caso, me ha parecido un debate interesante y bastante más vivo de lo que podía esperarse.