Entrevistas

23 mayo 2008

MARÍA TERESA DOMÍNGUEZ, PRESIDENTA DEL FORO NUCLEAR

“No es necesario construir un ATC”

Entrevista publicada en El Decano de Guadalajara (16.05.08).
Tiene la cabeza muy bien amueblada y un expediente brillante, cuajado de méritos en el campo de las nucleares. María Teresa Domínguez, la nueva presidenta del Foro Nuclear, entidad que aglutina a la industria atómica española, es natural de Riosalido, un pueblo situado entre Sigüenza y Atienza. Recién nacida, sus padres la llevaron a Yela. “Alrededor de la central de Trillo hice toda mi vida, aprendí a nadar…”, confiesa. Estudió en el colegio Sagrado Corazón de Guadalajara. “También iba a jugar a la Fuente de la Niña”, recalca con un punto de nostalgia. Luego se licenció en Ciencias Físicas en la Universidad Complutense y ha desarrollado toda su actividad profesional integrada en Empresarios Agrupados. A través de esta compañía participó en la puesta en marcha de la nuclear de Trillo. Después, durante diez años, fue responsable de seguridad de la central trillana. “Ha sido el proyecto en el que más he participado”, afirma. Ahora acaba de ser elegida presidenta del Foro Nuclear. El pasado 21 de abril sustituyó a Eduardo González. El cargo es nuevo, pero no la materia de trabajo, en la que se siente como pez en el agua. Subraya la importancia de las nucleares en la generación eléctrica y apuesta por construir más centrales. También deja caer que el almacén de residuos que España tiene pendiente sería bueno ubicarlo “en un sitio que ya tuviera instalaciones nucleares”.
El Decano de Guadalajara, 16.05.08
Raúl Conde

¿La energía nuclear es imprescindible para el suministro eléctrico?
Para un país como España, absolutamente dependiente de recursos naturales, con un crecimiento mayor que el de todos los países de Europa, si no queremos que haya unos costes excesivos de generación y si realmente queremos mantener las energías renovables en una proporción que nos garantice el suministro, sí es absolutamente imprescindible la energía nuclear. Lo ideal sería tener un mix de 30% de nuclear, un 30% de térmica y un 30% de renovables.

¿Qué riesgos admite que comporta esta energía?
Riesgos hacia la población, ninguno que no sea admisible. Lo que es intrínseco de la energía nuclear, gracias a los sistemas de seguridad de las centrales, es que está controlado. En una instalación nuclear se puede caer alguien, pero tiene los mismos riesgos de una instalación convencional.

¿Qué ha fallado en la central de Ascó?
En concreto, las causas y la extensión del fallo, si se violó o no algún procedimiento, todo eso está sujeto a un estudio de detalle. Los sucesos operacionales en las centrales se analizan, se notifican y se sacan expedientes. El alcance del fallo humano es difícil de evaluar. Cuando yo le doy a una tecla de ordenador, a veces no sé si me he cargado todos los ficheros, uno, dos o siete. Tienes que saber evaluarlo, y eso lleva tiempo. Sobre todo en este caso porque el suceso era tan mínimo que no era posible detectar que hubiera una alarma así. Se harán acciones correctoras, pero no ha habido ningún impacto, no ha habido fallos. Hay sucesos y accidentes, que es cuando tienen que operar los sistemas de seguridad. Lo que ha ocurrido en Ascó es de operación normal, donde no cabe la alarma. Aunque a lo mejor tenemos que reconocer que se analizó tarde y que podría haberse hecho antes.

La central nuclear de Trillo acaba de estar 40 días parada porque se cayó una tuerca en la barra de control. ¿Un tornillo es capaz de quebrar la seguridad de una central?
Eso da idea de que todo es muy importante en una central. En principio, una tuerca no tiene por qué romper la seguridad de una central. Esto entra dentro de los márgenes de seguridad. Tienes que tener todo absolutamente controlado en cuanto a materiales. Un tornillo que no sabes donde está puede ser una parte suelta que está descontrolado. El principio básico de la seguridad nuclear es que lo tengas todo controlado. Tienes que tener medidas de seguridad suficientes para evitar el bloqueo.

¿La central de Trillo tiene la tecnología más avanzada de España?
Es la más moderna en el sentido de que, por ejemplo, cuando se hizo Almaraz y otras centrales no estaba implantada, sobre todo en el área de instrumentación y control, un sistema digital. Pero el concepto de reactor es el mismo, de agua ligera. La actuación de los sistemas de seguridad es la misma.

Durante los diez años que estuvo al frente de la seguridad de la nuclear de Trillo, ¿cuál fue la mayor dificultad?
El proyecto de Trillo era de tecnología alemana. El Consejo de Seguridad Nuclear, toda la industria nuclear, se había montado en España para las centrales de Garoña, Cofrentes, Almaraz, Ascó y Zorita, que eran las que ya funcionaban. Estaban basadas en normativa americana. El cambio de ésta a la alemana quizá fue lo que más nos costó y al mismo tiempo lo que más nos formó. En realidad no había tanta diferencia porque los sistemas de seguridad eran los mismos. El 86% de la fabricación de Trillo es nacional.

¿Cuándo se decidirá la ubicación del Almacén Temporal Centralizado (ATC)?
No lo sé. Para mí no es ningún problema, en el sentido de que estoy convencida de que tenemos que separar las decisiones sobre instalaciones nucleares sobre el dónde y cómo almacenamos los combustibles de alta radiactividad. En realidad no son residuos, sino elementos que tienen mucha energía. Hasta ahora, se puede almacena de forma segura en los emplazamientos que ya están desarrollados. La idea es que en un futuro, con nuevos reactores, se pueda utilizar parte de esas energías. Si España decide que es mejor un ATC por razones económicas, pues está bien. Si España al final prefiere que se mantengan los emplazamientos, pues es una decisión del Gobierno.

¿Está diciendo que no es estrictamente necesario construir un ATC?
No es estrictamente necesario. Se puede hace por estudios de optimización. Yo pondría el ejemplo de las concentraciones parcelarias, que tanto se hicieron en Guadalajara. En lugar de tener un terreno aquí y allí y allí, y soy el dueño y tengo que cuidarlo, pues es mejor que lo tenga todo junto. Este es el tema: se puede hacer una concentración parcelaria y llevar los residuos a un ATC, pero no es por razones técnicas.

¿Por qué ha decidido entonces el Gobierno impulsar un almacén de este tipo?
La voluntad existe. Enresa tiene aprovisionado los fondos para hacer el ATC. Realmente, las nuevas tecnologías existen y son las mismas de los almacenes de las centrales. ¿Cuál es el paso? El que te decía de la concentración parcelaria: si todo el mundo está de acuerdo y si hay un emplazamiento que se ofrece, porque en realidad se debería ofrecer. Si yo fuera el alcalde me ofrecería para tener un almacén. Al final da riqueza, empleo.

Entonces cómo se explica que muchos alcaldes, entre ellos algunos de Guadalajara, hayan salido rápido a mostrar sus reticencias al ATC.
Será falta de conocimiento o de seguridad. No se entiende muy bien. La energía nuclear asusta un poco. Los pasos son atrevidos. Quizá si salieran dos pueblos candidatos, empezaría la competencia.

¿Un ATC entraña algún riesgo?
No, de verdad que no. No porque el combustible que se saca de la central tienes que tener un control del núcleo de la configuración, ya lo tienes separado. Hay que tener la seguridad de que está confinado en esa especie de cofre y que se evacue el calor confinado.

Le traslado una pregunta que se ha hecho más de un alcalde en Guadalajara. ¿Un ATC es más seguro o menos que una central nuclear?
Es una instalación distinta. Es igual de seguro en el sentido de que ni una cosa ni otra ponen en riesgo la población, por los sistemas que tiene. El almacenamiento de un combustible sacado es mucho más simple porque en la central nuclear tienes que hacer controles de radiactividad. La central tiene sistemas más complejos. No hay ningún riesgo. De verdad que nos lo tenemos que creer. Yo me lo creo porque lo he trabajado.

¿Usted es de los que opina que el Gobierno ha retrasado deliberadamente tomar una determinación por las elecciones?
Ha sido difícil. El Gobierno dio un paso, que fue permitir a Enresa que sacase esta petición, y como la respuesta no fue muy buena, el Gobierno no ha querido forzar eso. No ha salido bien, pero más bien ha sido la sociedad la que ha estado un poco reacia a eso.

En 2010, los residuos que España tiene almacenados en Francia deben volver o entonces tendrá que pagar una multa. ¿Esa es la fecha límite para instalar el almacén?
Esa tampoco sería la fecha límite. Esos residuos son poco volumen de almacenamiento. Los almacenamientos que ya se han hecho, como los de Trillo o Zorita o el que se va a hacer en Ascó, permitirían almacenar ahí los residuos. El tema está otra vez en la opinión pública, de los alcaldes.

Pero el alcalde de Trillo no va a aceptar que le traigan residuos de otras centrales.
¿Por qué no? La realidad de los pueblo la sé. Hay que tener claro que en España tenemos posibilidad de almacenar. Se necesita un alcalde que lo quiera o lo entienda. No se trata de un problema técnico.

Le preguntaba por la fecha no por casualidad, sino por la legislatura, es decir, si este Gobierno se va a ver obligado a tomar una decisión o podrá pasar la patata caliente del ATC al siguiente.
La fecha se cumple y eso es problema de dinero. Si los residuos no los traemos, los franceses nos pedirán más dinero y seguiremos con la misma torpeza o falta de visión de que los tenemos ahí al lado, en un país fronterizo y pagando un montón de dinero que lo podíamos dedicar a formación y desarrollo.

Si el Gobierno tenía decidido proyectar un ATC, ¿era necesario hacer los almacenes temporales individualizados (ATI) como los de Trillo y Zorita?
Son opciones complementarias. Vuelvo a la concentración parcelaria: mientras estoy de acuerdo si tengo una finca unida o no, pues no voy a dejar de sembrar. Lo que sí es cierto es que las centrales para seguir operando necesitan ese almacén, que además siempre será conveniente porque aunque tengas un ATC te conviene optimizar el traslado a través de los ATI. Tener ambas cosas es razonable.

¿Considera que Trillo o Zorita serían dos ubicaciones idóneas para esta instalación?
El nivel de seguridad del almacén nuclear es el mismo que el de una central. Se necesitan los mismos requisitos, quizá un poco más sencillos en el caso del almacén. Por ejemplo, no necesitas agua refrigerar, que es un tema importante en una central. El presidente de Enresa, José Alejandro Pina, siempre dice que un ATC es como un polígono industrial.

¿El cierre de la central José Cabrera, en Almonacid de Zorita, estaba justificado?
No, en absoluto. Se habían hecho unas modificaciones muy importantes cinco años antes, con mucha inversión por parte de la compañía eléctrica para adaptarla a unos sistemas nuevos de seguridad. Era una central que estaba funcionando muy bien, que tenía un tamaño adecuado, integrado en la zona, que daba trabajo en la zona, una central muy sencilla. No había ningún motivo para cerrarla.

Bono la llamó “la cafetera vieja”.
[Sonrisas] La puedes llamar como quieras, pero lo cierto es que la tecnología que tenía Zorita es la que tenemos en Trillo. No tenemos que confundirnos y pensar que hay tecnologías nuevas y las que tenemos son viejas. En absoluto.

¿Está al corriente de la polémica generada en torno al Plan de desarrollo de Zorita tras el cierre de la central?
He oído algo, pero no mucho. No sé detalles de la polémica. Me lo estudiaré porque es mi zona. La verdad es que las centrales son importantes, un factor de desarrollo. Donde las encuestas son más favorables son en las zonas que tienen una central.

En el ámbito nacional, ¿es posible plantear un mix de generación eléctrica sin contar con la nuclear en el horizonte del 2030?
Desde luego, no. Por varias razones. Si tú te planteas un mix donde no está la energía nuclear, no podrías garantizar la seguridad de suministro, tendrías unos costes de generación que no serían posible, llevarías al país a una situación tecnológicamente mediocre por lo que aporta al Producto Interior Bruto (PIB). Es decir, hay una serie de valores socioeconómicos que desde luego no permitirían a España vivir con renovables alegremente.

«España debe mantener una política razonable, progresiva, de reducción de la energía nuclear y antes de que finalice la legislatura, el Gobierno presentará un mapa con la agenda de futuro de este asunto». Lo dijo Zapatero en diciembre de 2007. ¿Ha cumplido el Gobierno en este asunto?
Bueno, yo creo que Zapatero cambiará. Hará un Gobierno responsable. El presidente, él mismo, ha dicho que va a escuchar a Europa. Y Europa ha cambiado vertiginosamente. El año 2007 ha sido un cambio profundo. No deberíamos estar de espaldas a todo eso. Que vayamos más despacio, pues posiblemente. Hay posturas que no pueden cambiarse violentamente. Si en esta legislatura lográsemos mantener la operación de las centrales, empezar a tomar algunas actuaciones para construir nuevas, pues no sería un cambio tan radical. Tenemos la esperanza de que los estudios económicos que harán Economía e Industria aconsejen ir en esa línea. Estamos a disposición de dar toda la información que sea necesaria para que ese sea el camino que se tome.

Felipe González escribía recientemente en El País que “no es serio que un país se manifieste antinuclear y luego tenga que pedir energía a Francia o alquilar la ubicación de los residuos”. ¿Qué opina?
Estoy totalmente de acuerdo. Eso es una posición razonable y responsable. El secreto es que la sociedad esté convencida y que el Gobierno no vea ningún riesgo en esa decisión de apostar por las nucleares.

Antonio Cerrillo, responsable de Medio Ambiente de La Vanguardia, me decía hace poco que si no se construyen más centrales nucleares en España, en gran medida, se debe a la falta de iniciativa privada y no al Gobierno. ¿Está de acuerdo?
Creo que no. Lo que ocurre es que en las situaciones de mercado que tenemos en Europa, abierto, para que una empresa se meta en una inversión, tiene que estar garantizada. En términos económicos, es una idea global. En las centrales nucleares pasa lo mismo. Necesitas una inversión muy fuerte y ocho años de construcción, que son dos legislaturas. O partes de una situación de acuerdo social, entre Gobierno y sociedad, o si no ninguna empresa privada puede afrontar ese riesgo. Estamos hablando de 3.000 millones de dólares de inversión necesaria.