Manu Leguineche

24 noviembre 2005

«Su Peso en Miel» cumple la mayoría de edad

El dulce premio que se otorga en Peñalver (Guadalajara) ha distinguido a personajes tan conocidos como Manu Leguineche y Luis del Olmo
El pasado 31 de enero Peñalver volvía a conceder “Su peso en miel”. En esta ocasión era el reconocido periodista y escritor Manuel Leguineche, afincado en Guadalajara desde hace quince años, quien recibía el dulce galardón. Este tradicional homenaje que persigue difundir el producto y la Alcarria acaba de cumplir la mayoría de edad.
Revista de la Junta de Castilla-La Mancha, Marzo 2004
Marisa Barrios

El escritor y periodista Manuel Leguineche ha sido el último en recibir el ya famoso galardón “Su peso en miel”, que concede la localidad alcarreña de Peñalver, desde el año 1986, con el fin de distinguir a las personalidades que han ayudado a difundir el nombre de este municipio y tan dulce producto. Así, aunque este prestigioso reportero y escritor nació en Arrazua (Vizcaya) y ha pasado largas temporadas en distintas ciudades como Navarra, Bilbao, Valladolid o Madrid actualmente vive en Brihuega (Guadalajara) y siente un especial cariño por la Alcarria, a la que conoció por Camilo José Cela. Además, en 1999 publicó “La felicidad de la tierra”, obra en la que rinde un cariñoso homenaje a esta provincia.

Fue con Cela con quien surgió la idea de poner en marcha este galardón con motivo de su “Nuevo Viaje a la Alcarria”: “Pensamos que si hacíamos algo que le agradara –recuerda Teodoro Pérez Berninches, impulsor de la iniciativa y ex alcalde de Peñalver- nos inmortalizaría en su libro ya que en principio no tenía previsto parar en esta localidad”.

Así, ni corto ni perezoso el que en aquel momento se encontraba al frente de la Corporación municipal le propuso a Camilo, durante la presentación en Madrid de este segundo recorrido por tierras alcarreñas, que pasara por Peñalver. El literato accedió a su requerimiento. Pérez Berninches pensó entonces que debía idear algo especial para su llegada: “Quería sorprenderle con algo imaginativo y debía mantenerlo en secreto para que no lo copiaran”. Ahí nació “Su peso en miel”.

El singular premio nació hace ya dieciocho años con anécdota incluida: “Cuando lo organizamos decidimos que en vez de pesar a Cela subiríamos en la balanza a su choferesa negra, Viana Oteliña Gordón, que era la encargada de conducir el Rolls Royce del literato por los mismos caminos que él había recorrido cuarenta años antes”. El resultado fue notable: En total fueron 55 los kilos de este dulce manjar con los que esta primera edición se cerraba y no los 144 que hubieran correspondido. “Argumentamos en un pergamino –recuerda Pérez Berninches- que no se le daba al “caminante peregrino” el premio por no exponer en público el provecho de sus yantares y ahorrar arrobas en miel”.

Con este acto se consiguió el objetivo perseguido. Peñalver ocupa el capítulo 9 del “Nuevo Viaje a la Alcarria” y como extra quien lo consiguió asegura que además “nació una amistad que se prolongaría hasta su muerte”. Pérez Berninches aprovecha para defender la imagen de Cela y asegura “es contraria a la que muchos tenían; era todo corazón, atento, distinguido, con una educación que casi no tenía nadie”.

Tras esta primera positiva experiencia de “Su peso en miel” se decidió darle continuidad “dada la repercusión que había tenido para nuestro pueblo y para la miel”. El personaje número dos en subirse a la vieja romana, instalada en el centro del municipio, fue una mujer. En concreto el galardón recayó en la periodista Isabel Montejano “por unas crónicas que nos hizo en ABC que contribuían a dar a conocer el producto y la zona”. La anécdota, “la escritora se metió en su bolso unas pesas de 30 kilos y cuando lo descrubrimos la carcajada fue monumental”.

La periodista Nieves Herrero ha sido galardonada con este premio.

Posteriormente otra mujer y también periodista, Nieves Herrero, era invitada a recoger los kilos en miel que su cuerpo pesara: “La idea surgió en 1989 –recuerda Pérez Berninches- cuando acompañé a Cela a Estocolmo a recoger el Nóbel; estaba ella de corresponsal de TVE en el programa “Por la mañana” que hacía con Jesús Hermida y desde allí se emitió el desayuno que le preparamos al genial escritor con algunos productos como miel de la Alcarria o queso de tetilla”. Así, “pensé que la repercusión que habíamos tenido con todo ello merecía que premiáramos a la redactora que nos había ayudado”.

José Ramón Pérez Acevedo, presidente de Caja Guadalajara en Madrid, también mereció recibir “Su peso en miel”. En esta ocasión se tuvo en cuenta “su labor social y difusión de Guadalajara y su apoyo para que Peñalver cuente con un monumento al mielero”. José Luis Coll, Diana Peñalver, la Asociación de la Prensa de Guadalajara (que recogió su entonces presidente Félix García Pérez) y Luis del Olmo fueron otros de los distinguidos en sucesivas ediciones por ser alcarreños, descender su apellido del pueblo o haber contribuido a difundir la zona.

Norma Duval y Jesulín de Ubrique fueron dos de los personajes que más espectadores atrajeron a Peñalver con su visita. Sin embargo, la ‘excusa’ por la que ambos fueron premiados fue muy distinta. A la vedette se le valoró “el esfuerzo realizado en la organización de un espectáculo que tenía por fin recaudar fondos en beneficio de los damnificados por las inundaciones de Yebra y Almoguera; por preocuparse por nuestros pueblos y nuestras gentes”.

Sin embargo, con el torero, que estaba en aquel momento en su mejor momento por su presencia en las plazas y la atracción que ejercía sobre las mujeres, se buscó un personaje popular: “Atrajo a unas 4.000 mujeres con lo que se reflejó en todos los medios; además, no hay que olvidar que Peñalver es un pueblo muy torero”.

No obstante, uno de los premiados que Pérez Berninches recuerda con más cariño es el abuelo de Majaelrayo, Jesús García, que se hizo famoso por un anuncio de Mitsubishi y con frases tan repetidas como “Y el Madrid qué, ¿otra vez campeón de Europa?”: Es un guadalajareño de la Sierra como la copa de un pino”, mantiene el impulsor de “Su peso en miel”. A él le siguió Natalia Figueroa “que es una persona de gran cultura, muy vinculada a Guadalajara, nieta del conde de Romanones, quien construyó la carrera de Peñalver”.

Los últimos en recibir el dulce presente fueron el artista Agustín Ibarrola, en el año 2002, y el periodista Antonio Pérez Henares en 2003. En concreto el primero acudió al municipio alcarreño el domingo 27 de enero y fueron 70 kilos de miel los que el comprometido vasco, miembro del “Foro de Ermua”, se llevó. El premio lo recibió, según sus propias palabras, “en nombre de todos los vascos que luchan por la libertad y reflejan el pluralismo de este pueblo”. Y su elección, según recuerda Teodoro, se produjo, en este caso, “porque queríamos darle el calor desde Castilla que se sienta arropado un hombre tan comprometido y tan valiente”.

En 2003 era el escritor y periodista, natural de Bujalaro, Antonio Pérez Henares, conocido como “Chani”, en quien recayó el galardón por “su brillante trayectoria periodística y original creación literaria”. En ese caso fueron 92 los kilos que se llevó para su disfrute y el de sus amigos. Pérez Henares lleva siempre el nombre de Guadalajara allá por dónde va y en aquella ocasión dio las gracias a través de algunos artículos donde aseguró que era “la mínima correspondencia al gesto de mis paisanos de otorgarme, exagerando bastante mis méritos, por cierto, el más dulce de sus premios”.