ABC: 238 despidos
En un chat en su propio periódico, el director de ABC, Ángel Expósito, afirmaba el pasado 6 de febrero: «El dato más preocupante de la crisis es el paro juvenil y el no acceso al primer empleo». Perdón por la autocita, pero como decía Unamuno, nadie me pilla más cerca. Ese mismo día, ya dijimos aquí que estábamos totalmente de acuerdo, de principio a fin, con la frase de Expósito. Y que nos encantaría que el Gobierno metiera mano a este asunto. Pero también esperaba que el periódico predicara con el ejemplo, al menos, manteniendo los puestos de trabajo de una empresa periodística que es centenaria.
Pues bien, estos días de atrás se conoció la noticia: «ABC anuncia el despido de la mitad de su plantilla«. La empresa editora ha aprobado un ERE que afecta a 238 trabajadores (en total tiene 456). En redacción serán 84 los periodistas despedidos, 106 trabajadores en los talleres y 48 en el área de gestión. El Comité de Empresa ha denunciado la negativa de la direccion a negociar otra solución de viabilidad. Vocento ha aducido «causas de carácter económico, productivo y organizativo». La nota de la dirección de ABC agrega que la «gravedad de la situación que padecemos y la incertidumbre de la plantilla ante medidas que le afectan nos obliga a actuar de manera decidida y responsable».
Bien, a partir de ahora sería lógico que el presidente del Gobierno no fuera criticado en este diario cuando echa mano de «la gravedad de la situación», en este caso la crisis internacional, para justificar la debacle económica de España. ¿Por qué ABC, o cuaquier otra gran empresa, puede argumentar «la gravedad de la situación» para justificar despidos y Rodríguez Zapatero, o cualquier otro gran dirigente, no puede argumentar «la gravedad de la situación financiera internacional» para explicar la crisis económica del país? ¿Acaso ambas expresiones, ambas excusas, no son ramas del mismo árbol?
Si la lógica privada de algunas compañías se trasladara a lo público, con el subterfugio de la crisis y de «las causas de carácter económico, productivo y organizativo», el Gobierno podría mantener las prebendas de los ejecutivos de la firma (en este caso, presidente y ministros del Consejo) y adoptar las siguientes medidas: a) Despedir o recortar el sueldo de los funcionarios; b) Bajar las pensiones; c) Anular las becas a estudiantes; d) Reducir la ayuda al desarrollo; e) Rebajar la inversión en I+D+i; y f) Endurecer las condiciones de prestación de desempleo y de cualquier otra cobertura social.
¡Viva el liberalismo!