Elena Santonja
Conocí a Elena Santonja en 2004 en la casa que ella y su marido, Jaime de Armiñán, tenían en la calle Hermosilla de Madrid. Me envió Manu Leguineche a hacerle una entrevista para una revista que se llamaba Siglo XXI, que duró apenas unos cuantos números pero que para mí fue como un máster de periodismo. Elena Santonja no solo era la hermana de Carmen Santonja, cantante y compositora del dúo Vainica Doble. Era una presentadora de televisión que se hizo muy popular gracias a su programa de TVE Con las manos en la masa, un espacio pionero del boom actual de la gastronomía en televisión. También cultivaba la pintura y ejerció de actriz. Apareció, por ejemplo, en El verdugo, de Berlanga; y en Total, de Cuerda. Tenía una segunda residencia en Almiruete, en la Sierra del Ocejón de Guadalajara, y ese fue el gancho de la conversación. Fue extraordinariamente amable y divertida conmigo. Recuerdo la charla con mucho cariño. El trasto de Facebook me recuerda que han pasado justo cinco años desde su fallecimiento. Tuve la oportunidad de darle media página para su obituario en El Mundo y contar su vida, que era muy interesante. Han cambiado muchas cosas en este lustro. Una de ellas, por ejemplo, que el periódico ha decidido suprimir las necrológicas como sección fija. En fin, merece la pena recordar la figura de Elena Santonja.