Entrevistas

2 junio 2005

En un estante de la antesala del despacho de Cristina Narbona Ruiz (Madrid, 1951) sobresale la figura de un soldadito de plomo. “No es el que me regaló Bono, ese lo tengo en mi casa”, aclara con gesto de sorpresa. La actual ministra de Medio Ambiente es doctora en Ciencias Económicas. Fue viceconsejera en la Junta de Andalucía, directora general de la Vivienda y secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda. Está divorciada y es madre de un hijo de 21 años. Aficionada a la lectura y la cocina, confiesa sin ambages que “soy un poco titiritera, siempre estoy moviéndome de un lado a otro y con una carga de comunicación, que en un político es más importante que manejar los hilos”. En esta entrevista confirma que el trasvase del Tajo “no tiene fecha de caducidad” y valora que “no es lo mismo derogar un proyecto como el trasvase del Ebro que una realidad como el del Tajo”. También rechaza la construcción de una presa nueva en el Sorbe y avanza que viajará a Pastrana para la presentación del informe nacional del clima.

CRISTINA NARBONA: «Ahora es imposible poner fecha de caducidad al trasvase del Tajo»

Entrevista con la ministra de Medio Ambiente
No es lo mismo derogar un proyecto como el trasvase del Ebro que una realidad como la del Tajo. Hay muchos millones de euros invertidos y hay que gestionarlo bien No hay ninguna presa del Sorbe en el horizonte, ninguna El acuerdo al que llegamos con Barreda ejecuta la prioridad de Castilla-La Mancha sobre las aguas de cabecera, pero no modifica las reglas de explotación del trasvase Este ministerio apoyaría a la Junta de Castilla-La Mancha si propone la declaración del Alto Tajo como parque nacional
GUADALAJARA DOS MIL, 3 junio 2005
Raúl Conde y Blanca Corrales

El Gobierno del que usted forma parte prometió una política alternativa a los trasvases. ¿Por qué es necesario mantener el del Tajo-Segura?
El principal objetivo tiene que ser mantener y restaurar la calidad de las masas de agua. Cuando empezó este Gobierno decidimos eliminar el trasvase del Ebro y optimizar las infraestructuras que ya existen. El trasvase del Ebro no tiene nada que ver con el del Tajo-Segura, que lleva los años que lleva construido. Lo que hay que hacer con una obra que ya existe, con ese trasvase y con muchos embalses que yo no haría ahora, es mejorar su gestión.

¿No cree que, después de treinta años de funcionamiento, ha llegado la hora de cerrar el grifo del Tajo?
Hoy día no se puede poner fecha de caducidad al trasvase. Es algo imposible en estos momentos. Y el acuerdo que hemos establecido con el Gobierno de Castilla-La Mancha deja claro por primera vez, de verdad, es que se va a utilizar agua de los embalses de cabecera para necesidades de Castilla-La Mancha. Esto que se había prometido incluso desde el momento en que se diseñó el Tajo-Segura, no se había hecho. En la medida que se necesite agua en la cuenca del Tajo, como es preferente, habrá que ir reduciendo las aguas que van hacia el Segura. El compromiso es que este trasvase se vea compensado con nuevas inversiones que garanticen el suministro de agua.

El alcalde de Sacedón pide derogar el trasvase. ¿Qué le responde?
No tiene nada que ver derogar una obra que no se ha hecho con una que ya existe. Hay que ser serios. Hay un patrimonio de muchos millones de euros que está funcionando y que tiene que funcionar mejor a mayor satisfacción de la cuenca cedente. Yo comprendo que haya esa sensación de agravio y por eso hemos alcanzado un acuerdo con el presidente Barreda y hemos empezado a hacer lo que Gobiernos anteriores no hicieron. [La ministra abre un cuaderno manuscrito en el que tiene anotadas todas las infraestructuras que su gabinete ha ejecutado, ejecuta y proyecta ejecutar en la provincia]. En obras, más de 104 millones de euros: el abastecimiento del embalse de Entrepeñas (36 millones de euros), la ampliación de la potabilizadora del Sorbe (11 millones de euros) ya está terminada, el acondicionamiento del Henares a su paso por Guadalajara (3 millones de euros), la mejora de acequias del Canal del Henares (8,5 millones de euros), el puente que unirá las dos orillas del embalse de Buendía (10,4 millones de euros), la reparación de la presa de la Tajera (2,5 millones de euros), la depuración del entorno de Entrepeñas y Buendía y la adecuación de los frentes fluviales, el dique recreativo de Pareja (5,5 millones de euros), y los colectores y la mejora de la depuradora de Guadalajara (35 millones de euros), que está en ejecución. Este ministerio desde el principio de la legislatura hemos considerado que el entorno de los embalses de cabecera debería de ser un área prioritaria de inversión.

¿Estas infraestructuras satisfacen la “deuda histórica” que reclaman los municipios ribereños?
Claro, todo esto es la deuda histórica. Estaba en el anexo del Plan Hidrológico Nacional, que fue el gran engaño a Castilla-La Mancha para obtener su voto en el Consejo Nacional del Agua a cambio de que se aceptara el trasvase del Ebro. Pero estas obras no se acometieron.

Si la movilización en Guadalajara contraria al trasvase hubiese sido similar a la de Aragón, ¿hoy el acueducto del Tajo tendría fecha de caducidad?
No, porque no son cosas semejantes. Insisto que en un caso se ha derogado un trasvase que no existía y a cambio el Gobierno ha aprobado obras para todas las cuencas mediterráneas. Lo que nosotros hemos acordado con la Junta de Castilla-La Mancha es atender las necesidades de la región, trabajar juntos en materia de agua y también tener un compromiso de futuro para que cuando, de acuerdo con los derechos preferentes que tiene Castilla-La Mancha sobre los embalses de cabecera, esas aguas serán sustituidas con aguas de otras procedencias con inversión adicional del Gobierno de la nación.

¿Cuántas veces ha visitado los pantanos de esta cabecera?
La he visitado de manera privada en varias ocasiones antes de ser ministra. Ahora iré en cuanto tenga ocasión.

En abril llegó usted a un acuerdo con el presidente Barreda en materia hidráulica. El punto más destacado es el reconocimiento de la prioridad de Castilla-La Mancha sobre las aguas que transcurren por su territorio. Sin embargo, esto ya lo recoge la ley del trasvase. ¿Qué hay de nuevo ahora?
Se contemplaba en la letra de la ley, pero no se hacía. El problema muchas veces es pasar de las musas al teatro, de la retórica a la acción. Aquí se había licitado la obra de la tubería para aprovechar el trasvase a la llanura manchega, pero no se había iniciado hasta la llegada de este Gobierno.

Inmediatamente después de este pacto se aprobó un trasvase a La Mancha y Almería, a pesar de las escasas reservas de Entrepeñas. ¿Considera usted que es la mejor carta de presentación para los ciudadanos de Guadalajara?
Los ciudadanos de Guadalajara, como todos, están sujetos a una ley que no ha cambiado. El acuerdo que alcanzamos con el presidente Barreda es que las reglas de explotación no cambiarían en esta legislatura. No se va a modificar el régimen de desembalses.

¿Fue un “acuerdo histórico”, tal como se dijo desde Toledo, o un histórico encaje de bolillos?
No es incompatible. Los acuerdos históricos suelen ser encajes de bolillos y requieren buena voluntad de todas las partes.

¿Por qué son necesarias con urgencia las obras de interconexión de las presas de Alcorlo y Beleña?
Porque van a garantizar a la Mancomunidad del Sorbe no tener problemas este verano. Esa era una de las muchísimas obras incluidas en el anexo del Plan Hidrológico Nacional, era lo que ofrecía el Gobierno de Aznar al de Castilla-La Mancha para pedirle su apoyo al trasvase del Ebro. Yo creo que lo importante es que lo que sea necesario se haga.

¿Tanto como para este verano?
Son obras de emergencia que se hacen con toda rapidez, su tramitación es cortísima. No podemos esperar al año que viene para resolver problemas que entonces serían más graves que ahora. Las obras de interconexión de Alcorlo y Beleña son muy sencillas y razonables, significan que las dos cuencas aprovechan conjuntamente sus recursos.

¿No sería más oportuno construir una nueva presa en el Sorbe?
No hay ninguna presa en el horizonte en la cuenca del Tajo, ninguna, que afecte a Castilla-La Mancha o Madrid. Sin necesidad de hacer ningún embalse nuevo, le hemos ofrecido a la Comunidad de Madrid un protocolo de colaboración que supondría incrementar en casi 200 hectómetros cúbicos la disponibilidad de agua, entre otras cosas, gestionándola bien. Esto también es bueno para Guadalajara porque al final todo está conectado. Hay todo un camino de recorrer para gestionar bien el agua, como en los regadíos, y en Castilla-La Mancha sucede, donde se sigue regando a manta.

Los regantes del Bornova están en contra de esta infraestructura.
Pero a los regantes se les están haciendo obras de modernización, que significa necesitar menos agua para las mismas hectáreas de regadío.

Esta solución de abastecimiento es para un plazo de diez años, que no se ajusta a las previsiones de crecimiento. ¿Dejamos de crecer?
Hay muchas más actuaciones previstas por la Confederación Hidrográfica del Tajo para el futuro. Lo más inmediato es satisfacer el presente. A partir del año que viene tenemos que hacer nuevos planes de cuenca acordes con la directiva europea.

¿Y qué utilidad se le reserva a la presa del Atance?
Todo eso es lo que la confederación del Tajo está trabajando en estos momentos. Creo que todo este equipo está haciendo una labor próxima a las mancomunidades y las comunidades de regantes. Lo que tiene que cambiar es la percepción de que basta un embalse para que haya agua. Por mucho embalse que pusiéramos en el Sorbe, hay el agua que hay. Tenemos que utilizarla mucho mejor.

Castilla-La Mancha aplica la ecotasa. ¿Usted es partidaria?
Por supuesto, yo creo que la fiscalidad tiene que reflejar el esfuerzo de incentivación hacia energías cada vez más limpias.

Hace justo un año saltó a la luz una supuesta trama de detracción ilegal de agua denunciada por la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid. ¿Qué ha pasado con la auditoría de la Confederación Hidrográfica del Segura?
El tema ha sido retomado por la juez de Murcia, que ha decidido proseguir con los indicios de la Fiscalía de Madrid. Nosotros hemos aportado toda la información relevante y estamos intentando tener un conocimiento más exhaustivo de la realidad de las aguas subterráneas. En Castilla-La Mancha también hay acuíferos sobreexplotados.

Del agua al aire pasando por Kyoto. Avisaban los ecologistas que algunas empresas no lo cumplirían. En Guadalajara tenemos el primer ejemplo en Duraval, que dice que no puede cumplir el protocolo y se quiere marchar para producir desde Barcelona. ¿Vale la excusa?
Es bastante, con perdón, absurdo. Barcelona está sometida a las mismas medidas. Las empresas tienen que darse cuenta que están enganchadas al petróleo. Esto tiene un coste económico más elevado que ir por la vía de hacer un uso más eficiente de la energía. Las empresas innovadoras están en ello. Durante este siglo se acaba el petróleo y pro ahí tiene que ir España.

¿Llegarán las multas prometidas?
Está en la normativa europea. El plan nacional exige unos comportamientos en las empresas porque no es inasumible. Habría que recordarle a las empresas, por ejemplo, que el Gobierno regional les ha ayudado a instalarse. No tienen derecho a que cuando tienen que adecuarse a una normativa en vigor para todo el mundo, la primera reacción sea irse. Las empresas serán juzgadas por la ciudadanía.

En Guadalajara la hemos visto encabezar alguna manifestación para pedir el cierre de Zorita. ¿Qué opina de la ubicación, que está pendiente, de un almacén de residuos?
El Ministerio de Medio Ambiente no se ocupa de la energía nuclear, es el de Industria, que tiene más información. Yo me alegro muchísimo que la central de Zorita cierre de verdad y que haya un compromiso del presidente del Gobierno, que reiteró en el debate sobre el estado de la Nación, sobre la eliminación gradual de la energía nuclear en nuestro país. Es un compromiso valiente.

El Tajo en Guadalajara además de un río es un parque natural. ¿Apoyaría la candidatura, en caso de promoverla la Junta de Castilla-La Mancha, para su declaración como parque nacional?
Por supuesto, creo que tiene valores naturales muy importantes y es la comunidad autónoma la que tiene que tomar la decisión. A partir del año que viene, serán las autonomías quienes gestionen sus parques, aunque haya criterios de exigencia nacional. Si Castilla-La Mancha quiere proponerlo, le corresponde hacer una ley que luego sería propuesta al Congreso. El Ministerio de Medio Ambiente siempre promoverá la máxima protección para los espacios naturales.

¿Cómo va a repercutir este cambio de titularidad en la financiación?
Las comunidades van a recibir una dote de transferencia. Además hay unos recursos que se asignan y permanecen partidas presupuestarias para el conjunto de la red de parques nacionales.

Las iniciativas para perseguir la especulación de la tierra quemada interesan mucho a Guadalajara, donde el urbanismo aprieta. ¿Cuántos años se va a dejar para el cambio de uso de estas tierras?
Treinta años como mínimo. La aprobación del proyecto está próxima. En esta modificación de la Ley de Montes aparecerá la figura del fiscal de Medio Ambiente y el reforzamiento de las fiscalías en todas las provincias.