La Garlopa Diaria

26 julio 2009

Adiós a La Tribuna

Fuente: La Tribuna

Fuente: La Tribuna

Esta mañana ha salido a la calle el último número del periódico La Tribuna de Guadalajara. La cabecera cierra, lo mismo que le pasa a su edición hermana de Cuenca y lo mismo que les ha pasado, por desgracia, a tantos periódicos de este país desde que en octubre de 2008 se desató la tormenta de la crisis. Hoy publican un editorial sencillo, inteligente y emotivo  recordando que lo malo de la palabra escrita es que ya no está de moda, pero lo bueno es que sigue teniendo esa capacidad para perdurar en el tiempo como no dispone ningún otro soporte periodístico. Alguien de la FAPE dijo hace poco que la prensa, después de la construcción y el automóvil, es el sector más castigado por la crisis. Es verdad. La diferencia es que por nosotros no se preocupa casi nadie. Un abrazo para todos los compañeros de La Tribuna.

Editorial – 26 /07 /2009

Gracias y adiós 

latribunadeguadalajara.es

Con este ejemplar de la Tribuna que tiene en sus manos termina el ciclo de vida de esta cabecera. Mañana ya no estaremos en el quiosco para tratar de contarles lo que ha pasado en nuestra provincia. Termina así una historia que comenzó hace ahora algo más de una década, como una aventura en la que todos los que hemos participado en ella hemos tratado de volcar nuestros conocimientos, experiencia e ilusión, convencidos de que al otro lado del papel, nuestro trabajo se recibía con la misma ilusión y con respeto.
Lamentablemente la prensa no es ajena a la crisis que estamos viviendo y hemos tenido que optar al cierre de esta cabecera conscientes de la gravedad que supone este paso, conscientes de que sin nuestra presencia, de alguna forma, se pierden espacios de libertad. Es un tópico que cuando un periódico muere, la libertad, nuestra libertad, pierde también algo.
Pero no es menos cierto que ese espacio de libertad debe contar con las herramientas previas necesarias para cumplir con solvencia el deber social que le ha sido encomendado y que, como empresa, aceptamos al poner en marcha un periódico: no se puede garantizar el derecho a la información de los ciudadanos a bajo coste. Una información de calidad, hecha por profesionales formados y con medios competitivos lo tiene. Escatimar en ellos para tratar de mantenernos a cualquier costa en el mercado habría sido, simplemente, una irresponsabilidad.
Cerramos, pues, una etapa de manera dolorosa pero también llena de gratitud. Gratitud en primer lugar hacia nuestros lectores: los que día tras día han venido apostando por la información que recogíamos en nuestras páginas. Gratitud para nuestros anunciantes por su confianza y por haber apostado por nuestras páginas para publicitar sus productos y servicios. Gratitud también hacia aquellas organizaciones sociales, asociaciones e instituciones que nos han facilitado el trabajo, nos han ayudado a explicar lo que estaba ocurriendo e, incluso han ‘tolerado’ de mayor o menor grado la crítica que les podíamos estar realizando. Gratitud a tantos y tantos buenos colaboradores que, en muchos casos de manera desinteresada, han aportado con su saber, conocimiento y cariño, profundidad a las páginas de nuestro periódico. Gratitud finalmente a todos los profesionales que día tras día y a lo largo de estos años han dado lo mejor de cada uno de ellos para que el periódico creciera.
Lamentablemente nos ha faltado tiempo para alcanzar esa madurez que hubiéramos necesitado para ‘capear’ con menos daños esta dura crisis. No lo hemos tenido o no lo hemos sabido aprovechar. Quizás ahí tengamos que abrir un espacio para la sana autocrítica.
En el momento de esta despedida, nos queda cierto poso de amargura y nostalgia que sólo compensa el bien que hayamos podido realizar en estos años. Valga citar al gran maestro del periodismo Ryszard Kapucinksi, cuando decía “porque nosotros nos vamos y nunca más regresamos, pero lo que escribimos sobre las personas se queda con ellas por el resto de su vida…”

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