La Garlopa Diaria

12 enero 2012

Carmen Vela y la caverna

Mariano Rajoy ha llegado a La Moncloa aupado en lo que Valentí Puig llamaba ayer en La Vanguardia «la fiebre tertuliana». Un ejército de voceros de la derecha y la ultraderecha que no han dejado de marcarle el paso durante los últimos años. Ahora, con el gallego instalado en la púrpura, preguntan por lo suyo. De ahí el análisis dispar que todos estos medios han trazado del nuevo Gobierno, del primer escalafón hasta el último. De tal manera que si el investido es alguien cercano a mis tesis, defiendo la visión estratégica de Rajoy. En cambio, si es alguien medianamente sospechoso de no tener sangre azul al cien por cien, entonces cuestionamos la pureza ideológica de un presidente tancredista.
Carmen Vela, en su toma de posesión como secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación. Carmen Vela, en su toma de posesión como secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación.

La peor parada ante esta tropa de regulares de la caverna ha sido Carmen Vela Olmo, científica nacida en Sigüenza el 25 de marzo de 1955, nombrada por Luis de Guindos secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación. Vela acredita una reputada trayectoria en su sector. Es licenciada en Ciencias Químicas, en la especialidad de bioquímica, por la Universidad Complutense de Madrid y desde 1994 ha sido directora general de Ingenasa, una empresa de Biotecnología focalizada en sanidad animal y seguridad alimentaria.

Vela acumula más de treinta años de experiencia en su especialidad y es autora de numerosas publicaciones científicas y patentes aprobadas en EE.UU. y Europa. Comenzó a ejercer de investigadora en la Fundación Jiménez Díaz, en el departamento de Inmunología,. Después recaló en Ingenasa a través del Instituto Nacional de Industria y en el Centro de Biología Molecular de la Autónoma de Madrid. Desde 2007 preside la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas y, desde 2010, la Sociedad Española de Biotecnología.

Pues bien, todos estos méritos no son suficiente aval para el ala más derechista del PP. Algunos periodistas (léase agitadores) han pedido su cese fulminante y varios dirigentes de esta formación (diputados y senadores) han mostrado su crítica y extrañeza. Incluso una plataforma extremista ha enviado 20.000 firmas al ministro de Economía y Competitividad para que eche a esta mujer, pásmense, por su «incompetencia profesional y sectarismo ideológico» y porque «las opiniones anticientíficas de Vela a favor del aborto y su actitud negacionista de la vida humana dañan el prestigio de la ciencia española«. Arrea.

¿Saben ustedes por qué tanta desazón? Pues porque Carmen Vela firmó en su día un manifiesto de apoyo a Zapatero por su compromiso con la investigación. Ergo es una impía, una «cejatera» y una incoherente para los restos del mundo mundial. De poco sirve mostrar su sólido curriculo y su hoja de servicios. Lo único que les interesa a estos selváticos es fustigarla por motivos estrictamente ideológicos. Por fanatismo. Por estupidez. Lo demás es accesorio.

Pero, ¿no decían que había que hacer el gobierno de «los mejores»?

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