REPORTAJE

La memoria del movimiento obrero de Guadalajara revive en internet

Juan Pablo Calero recupera en un blog “La Alcarria Obrera”, la cabecera decana de la prensa sindical de Guadalajara
La Alcarria Obrera es la cabecera más antigua de la prensa sindical en la provincia de Guadalajara en el siglo XX. Comenzó a publicarse en 1906 y lo hizo ininterrumpidamente cada semana hasta que, en el año 1911, dejó paso a Juventud Obrera. Se trata de un proyecto recuperado en internet por el historiador Juan Pablo Calero. Desde La Alcarria Obrera, explica, “pretendemos difundir textos fundamentales y originales de la historia del proletariado militante, con especial dedicación al de Guadalajara, para que sirvan de memoria histórica y reflexión teórica sobre las bases ideológicas y las primeras luchas de los trabajadores por su emancipación social”.
Nueva Alcarria, 17.02.08
Raúl Conde

La cabecera más antigua de la prensa sindical en la provincia de Guadalajara en el siglo XX, La Alcarria Obrera, ha renacido en internet en esta dirección: http://laalcarriaobrera.blogspot.com. El periódico salió en 1906, pero en cinco años después pasó a llamarse Juventud Obrera. Ahora se ha convertido en un blog en internet que actualiza con una frecuencia alta textos que en su día se publicaron por la cabecera matriz. En el nuevo blog, su autor explica que “el movimiento obrero organizado en Guadalajara, como en todo el mundo, concedía una enorme importancia a la prensa sindical”. Por ese motivo, en Guadalajara se publicaron en el siglo XIX el Boletín de la Asociación Cooperativa de Obreros (entre 1882 y 1883) y el Boletín de la Federación Tipográfica, una asociación que fue el embrión de la UGT (a partir de 1885). Desgraciadamente, de ninguno de estos periódicos queda ni un solo ejemplar en ninguna hemeroteca o colección, pública o particular.
Durante el siglo XX, apareció El Republicano (entre 1902 y 1905), un semanario político sacado a la luz en unos momentos en los que ya había un fuerte movimiento sindical en la ciudad de Guadalajara. En 1906 comenzó su publicación La Alcarria Obrera, hasta que, coincidiendo con el 1º de mayo de 1911, apareció el semanario Juventud Obrera, que se publicó hasta 1920, en que vio la luz Avante, que ya era portavoz de la UGT y el PSOE alcarreño, que continuó en solitario hasta 1931. Es decir, entre 1902 y 1931, prácticamente todas las semanas hubo un periódico sindical en los quioscos de Guadalajara. Eso representa tres décadas, lo que significa unas 1650 semanas. De todos esos números, se puede multiplicar cada uno por una media de 500 ó 1000 ejemplares, no queda absolutamente nada. Ni uno de esos más de medio millón de periódicos que aparecieron a lo largo de treinta largos años.

Una docena de números
Después de más de veinticinco años de búsqueda (no sólo Calero, sino otros intelectuales como Luis Enrique Estaban Barahona también lo intentaron), el historiador alcarreño sólo ha podido recuperar una docena de números de El Republicano. “Los compré hace años en una papelería de viejo”, confiesa. También ha logrado rescatar dos ejemplares de Avante traspapelados en el Archivo Municipal de Guadalajara. “El primero lo encontré yo en un sobre cerrado y otro lo localizó Pedro José Pradillo en una carpeta sobre las fiestas locales”. Es decir, toda la memoria de los trabajadores de Guadalajara se ha perdido, destruida conscientemente al acabar la Guerra Civil. Una destrucción del patrimonio histórico, artístico y cultural, según el autor de la página web, “de la que nadie habla”. En ese puñado de ejemplares salvados se han encontrado artículos de literatos, periodistas y políticos nacionales de primera fila. Desde Vicente Blasco Ibáñez a Nicolás Salmerón. También de todos los militantes de la izquierda política y sindical alcarreña, como Isabel Muñoz Caravaca, Marcelino Martín o Jorge Moya.
En aquel momento, los conservadores acusaron a Luis Cordavias y Alfonso Martín Manzano de escribir con seudónimo en La Alcarria Obrera los artículos más “duros”, políticamente hablando, que no se atrevían a firmar en Flores y Abejas”. Ambos periodistas desmintieron el rumor, “pero a las fuerzas vivas de Guadalajara no les parecía posible que simples trabajadores escribiesen con tanta corrección y estilo”. El blog refleja periódicos de influencia obrerista: Flores y Abejas en sus inicios (que se consideró de origen socialista por Pablo Iglesias y los suyos) y El Atalaya de Guadalajara, que fue sucesivamente liberal, republicano y agrario. El fin consistía en recuperar textos olvidados o perdidos del movimiento obrero alcarreño.
Desaparecido el testimonio de la rica prensa sindical de Guadalajara, el propósito de rescatar La Alcarria Obrera en internet “es difundir lo que nos queda de la memoria del movimiento obrero alcarreño. A lo largo del tiempo, y sobre todo en la investigación de mi tesis, he ido leyendo y recuperando textos, papeles, folletos y panfletos de la Guadalajara obrera y progresista, y eso es lo que pretendo difundir y preservar. Con la idea de que nada se olvide”.

Primera Internacional
El origen de la prensa sindical (o de izquierdas, “aunque en Guadalajara siempre primó el carácter obrerista”, apunta Calero) es un tipógrafo alcarreño: Tomás Gómez. Fue él quien dirigió la Asociación Cooperativa de Obreros de Guadalajara, “una sociedad de socorros mutuos activa durante el Sexenio Revolucionario (1868-1874), a la que se adhirieron muchos trabajadores de la capital. Tenía una evidente influencia del republicanismo federal (ideas que sostenía el propio Tomás Gómez). Algunos jóvenes obreros, además, constituyeron a partir de 1870 una sección local de la Primera Internacional, de carácter sindical e influencia anarquista.
En 1875 se puso punto final a la Primera República con la Restauración monárquica, que llevó al trono a Alfonso XII. Se reconstruyó el Estado desde nuevas bases, y para cubrir las necesidades de la nueva administración, la Diputación Provincial decidió establecer una Imprenta propia, pues la que había en la provincia era propiedad de los hermanos Ruiz y el regente era Tomás Gómez, todos republicanos. En esa Imprenta de Ruiz se publicaba a partir de 1882 el Boletín de la Asociación Cooperativa de Obreros de Guadalajara, que por ser una sociedad de socorros no había sido condenada a la clandestinidad en 1874, como la Primera Internacional. Como en Guadalajara no había habido imprentas (aparte de la de Ruiz), se contrató como tipógrafo a Alfonso Martín Manzano, un alcarreño que había pasado cinco años en Madrid aprendiendo el oficio. Y cuando se necesitaron nuevos tipógrafos, Alfonso Martín Manzano llamó a sus amigos madrileños Julián Fernández Alonso y Enrique Burgos Boldova. Los tres pertenecían a un núcleo de trabajadores de artes gráficas, junto a Pablo Iglesias y Antonio García Quejido. Cuando en 1878 se fundó el PSOE en la clandestinidad, Pablo Iglesias no contaba con más afiliados fuera de Madrid que este grupo alcarreño: fue la primera Agrupación Socialista de España, además de la madrileña. Así, la Imprenta Provincial se convirtió en uno de los ejes del socialismo en Guadalajara y en España. Allí se formó este núcleo marxista y allí se constituyó la sección local de la Federación Tipográfica (presidida por Pablo Iglesias y germen de la UGT) que presidía Tomás Sancho. En la Imprenta Provincial se editaba (gratuitamente y en secreto) el Boletín de la Federación Tipográfica, que los hermanos Cordavias (antiguos impresores que habían aprobado unas oposiciones a Correos) distribuían, también gratuitamente y en secreto, por todo el país.

“Flores y Abejas”
En torno a la Imprenta Provincial emergió un grupo de trabajadores, unidos por lazos amistosos y familiares (hasta hubo bodas entre las familias), que convirtieron a Guadalajara en la cuna del socialismo español, junto a Madrid: Martín Manzano, Cordavias, Aragonés, Ranz, Lerena… Con el tiempo, este grupo de jóvenes con inquietudes consiguió prosperar. Alfonso Martín Manzano se convirtió en regente de la Imprenta Provincial y empresario teatral, Enrique Burgos y Liborio Ruiz abrieron sus propias imprentas en la capital, Luis Cordavias (hijo y sobrino de los carteros socialistas y aprendiz en la Imprenta) se convirtió en funcionario de Hacienda, José Manuel de la Rica pasó a ser delineante en la Diputación, Juan Gómez Crespo volvió de Madrid y fue secretario municipal en Trillo, Modesto Aragonés y Baldomero Huetos marcharon a Madrid (ocupando importantes cargos en la UGT). Julián Fernández Alonso (el introductor del marxismo y alma mater del grupo) y Tomás Sancho (el patriarca del sindicalismo alcarreño) murieron antes de que acabase el siglo. Por entonces, el PSOE tenía un discurso exclusivamente obrerista. Estos jóvenes mantenían sus inquietudes e ideas, pero ya no se encontraban a gusto en el PSOE y la UGT. Rompieron con el socialismo y animaron distintas iniciativas de orientación progresista y obrerista: fundaron el semanario ¡Miel de la Alcarria! (de vida breve: sólo un año en 1891), promovieron el Ateneo Instructivo del Obrero, revitalizaron El Atalaya de Guadalajara y, finalmente, acabaron fundando su propio semanario: Flores y Abejas, cuyo nombre hacía referencia a la laboriosidad de estos insectos, tan presentes en Guadalajara, y a su modo de vida “socialista”.
Con el cambio de siglo, el proceso de “derechización” se había acelerado: de socialistas pasaron a republicanos (en torno a 1890) y de republicanos se transformaron en liberales (en torno a 1900). La Agrupación del PSOE se había disuelto y la UGT seguía en pie, animada por aquellos del grupo que no habían podido o querido medrar y venderse al conde de Romanones. Los republicanos, sobre todo federales, que se habían hecho con el control de las sociedades obreras y que tenían una gran presencia institucional en la provincia (diputado por Molina, senador por Guadalajara, alcaldes y concejales), sacaron a la calle su propio periódico: El Republicano (1902). Hacia 1905, los obreros de Guadalajara habían ido rompiendo con los republicanos, habían crecido en Sociedades y afiliados (habían abierto su propio local sindical junto a la iglesia de Santa María). En 1906 decidieron sacar su propio semanario: La Alcarria Obrera. Era un periódico obrerista, es decir, no era republicano. A partir de 1905 el republicanismo perdió fuerza en la provincia y se hizo burgués. Tampoco era socialista. El PSOE seguía sin poder organizarse en la Alcarria. Ese obrerismo era compartido por la UGT local (donde convivían sin problemas socialistas, republicanos, anarquistas, sindicalistas…). Por ejemplo, los demás periódicos de la provincia se quejaban que los enviados de La Alcarria Obrera no se sentaban junto a ellos en los plenos del Ayuntamiento arriacense. Lo hacían entre el público, para mostrar su identidad y personalidad obrera y ciudadana. Además, ofrecían los precios más bajos de toda la prensa del momento, para que pudiese ser comprado y leído por todos los trabajadores.

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Después de treinta años de prensa sindical, tan sólo se han encontrado 12 ejemplares

La Alcarria Obrera era un periódico, como su propio nombre indica, obrero, que se sentía orgulloso de esta condición y que no quería ser identificado de otra manera. Presumía de ser el semanario de menor tirada de toda la provincia, mientras otros competían con rifas, sorteos y regalos para aumentar las suscripciones. Eso no significaba que no tuviese calidad. Lo dirigía Pedro Waldermer (de una de las familias más caracterizadas del sindicalismo de Guadalajara) y allí escribían y colaboraban personas de valía como Isabel Muñoz Caravaca y, seguramente, Tomás de la Rica, Jorge Moya de la Torre (que durante la República llegó a ser editorialista de El Socialista y el “poeta oficial” del PSOE) y otros varios. Ya te conté la anécdota de los artículos atribuidos a Luis Cordavias y Alfonso Martín Manzano. A partir de 1911, la situación del sindicalismo alcarreño comenzó a cambiar. En 1910 se fundó la CNT (lo que ponía en riesgo el monopolio sindical de la UGT en Guadalajara, pues los anarquistas alcarreños podían formar sus propios sindicatos), y poco después se reconstruyó la Agrupación Socialista, gracias al impulso de la presencia por primera vez de un socialista en el Congreso (Pablo Iglesias en 1910). Y para dar respuesta a estos cambios, el 1º de mayo de 1911 nació Juventud Obrera, heredera directa y sucesora sin solución de continuidad de La Alcarria Obrera. El autor del blog, que ha revivido esta cabecera gracias a las nuevas tecnologías es un apasionado de la historia, ejerce como docente y ha desarrollado un intensísimo trabajo de rastreo de ejemplares y de búsqueda de fuentes, que han posibilitado la creación de un blog para plasmar todo el material recopilado.

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Una ardua labor de recuperación de textos históricos para la izquierda alcarreña

Algunos de los texto publicados en el blog de internet donde se ha recuperado la cabecera de La Alcarria Obrera son especialmente interesantes para entender muchas de las cuestiones del presente. Estos son algunos de los títulos que ya han aparecido: “Más hambre que un maestro de escuela” (1836-1844); “Introducción del libro Higiene de la construcción, de Manuel de Luxán” (1886); “Bases de Trabajo de la Sociedad de Camareros de Guadalajara” (1925); “Francisco Fernández Iparraguirre” (1888); “Proclamación de Isabel II en Guadalajara” (1833); “Decreto de depuración de funcionarios liberales” (18 de abril de 1823); “Real Decreto contra el motín anticlerical de Madrid” (18 de julio de 1834); “Manifiesto de la Sociedad de Tejedores de Cataluña al Gobierno” (20 de diciembre de 1841); “Exposición de la clase obrera a las Cortes Constituyentes” (29 de diciembre de 1855); “Circular del Ministerio de Justicia sobre la sublevación campesina de Loja” (7 de julio de 1861); “Resoluciones del Congreso de Saint Imier” (septiembre de 1872); “Anarquía sin adjetivos, de Tarrida del Mármol” (7 de agosto de 1890); “Reglamento de la Asociación de Obreros de todos los oficios de Alcalá de Henares” (1902); “La Agrupación Socialista de Madrid a los electores” (1903); y “Programa de unidad de acción entre UGT-CNT” (marzo de 1938). Por otra parte, el capítulo de imágenes también es importante en el blog creado por Calero. No todas las fotografías de su archivo están publicadas en internet, por razones obvias de protección de derechos. Sin embargo, el historiador dispone de un impresionante catálogo personal de instantáneas de una de las épocas más vigorosas de la historia reciente de Guadalajara.